Leyendas de saqueo

Ayer recibíamos una llamada telefónica de un banco nacional ofreciéndonos una tarjeta de crédito, con una tasa de interés anual muy alta.
Por supuesto que rechazamos la oferta, ya con los créditos vigentes que tenemos son más suficientes, pero no es una mala estrategia, en tiempos de pandemias es muy fácil que muchos ciudadanos acepten el dinero plástico.
El capital que ofrece la institución de crédito es muy fácil rechazarlo, pero también aceptarlo, cuando no existen fuentes de empleo y la crisis económica galopará a toda marcha durante varios meses.
Solamente en Tamaulipas durante el tiempo de la cuarentena se perdieron más de 12 mil empleos y la Federación no escucha a los empresarios que piden el pago de impuestos sea diferido para poder sobrevivir unas semanas más y pagar una parte de los salarios a sus trabajadores.
Tampoco presta oído a los ciudadanos, pues en lugar de echarle el hombro se les va encima, al perder sus empleos o permanecer obligadamente en sus casas por lo que no pueden ganar dinero.
El día a día es complicado en la mayoría de las casas de los tamaulipecos, por eso es muy fácil que acepten la tarjeta de crédito y utilicen el dinero que ofrecen los bancos y hacer pagos mínimos mensuales para sobrevivir en los tiempos de pandemia.
La tarjeta de crédito les permitirá poner gasolina, alimentar a sus familias y pagar consultas y medicinas. Esto no es tan complicado, es cuestión de supervivencia.
Los ciudadanos no tienen muchas opciones, por eso es que la estrategia del banco puede ser leonina y de empresarios ambiciosos, pero sigue siendo una tabla de salvación para los ciudadanos.
Muchos pudiéramos criticar el préstamo solicitado por el gobierno estatal, pero después de ver la situación de Baja California donde su gobernador JAIME BONILLA, emanado de Morena, establece que se vive una tragedia en su entidad, donde describe que los “doctores están cayendo como moscas”.
La crisis de Baja California nos hace recordar que si ves las barbas de tu vecino recortar, pon las tuyas a remojar. De ahí que ante la falta de apoyos, insumos y equipo mínimo que se vive en aquella entidad, los gobernadores del país deben prepararse para enfrentar la pandemia y proteger a sus guerreros de salud, como son médicos, enfermeras y empleados de hospitales.
Hasta el momento son dos entidades las que solicitaron préstamos para atender la pandemia, como es el caso de Yucatán y Tamaulipas, pero seguramente serán más ante la pasividad de la Federación, que no ayuda ni a los gobernadores emanados de su partido como BONILLA.
Bien dicen que a problemas desesperados, medidas urgentes y será el tiempo el que determine si hicieron bien o no al solicitar el préstamo bancario.
El Senador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA criticó la solicitud de préstamo, pero no aporta soluciones, sólo critica posturas y olvida presionar a la Federación para que envíe recursos.
El Senador ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA y el presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, GERARDO PEÑA establecieron plenamente que no llegaron los recursos por parte de la Federación y lo retaron a demostrar que enviaron los 700 millones de pesos.
AMÉRICO fue Subsecretario de Atención e Infraestructura Hospitalaria, área desde donde se dieron los peores malos manejos, cuyos expedientes no encuadran y los números ayudaron a formar una leyenda de saqueo y malos manejos en la Secretaría de Salud durante sexenios pasados.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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