Los perros se han convertido para las generaciones más jóvenes, en algo más que sus mascotas, han pasado de animales de compañía a ser “perrhijos”, animales que se convierten en un miembro más de la familia.
Sin embargo, esto lo han sabido aprovechar los delincuentes que se dedican a raptar mascotas de talla chica y mediana para extorsionar a sus propietarios, tal es el caso de «Ringo» un perro chihuahua que fue sustraído de su domicilio el pasado fin de semana y por el cual solicitan sus captores la cantidad de mil 300 pesos para regresarlo a sus dueños.
Cesar Leal Rodríguez, director del Centro de Atención Canino explicó que este tipo de hechos se está volviendo muy común, ya que una persona del sexo masculino con asentó chilango es quien está secuestrando a los caninos de raza pura para después pedir un rescate económico.
Expresó: «Es una persona que ya tiene tiempo que secuestra ó se roba un perro, y deja de pasar un tiempo y vuelve hacer la misma operación. Es una persona con acento chilango que está extorsionando a la gente. Va y se roba perros de casas que el considere que pueda pedir un rescate».
