Victoria.- (Alfredo Guevara) Si bien no serán todas, algunas de las denominadas “torres” de pánico, emergencia o auxilio, tendrán que ser reubicadas de donde se encuentran actualmente, tomándose en cuenta que muchas de ellas no se han usado por parte de la población durante un tiempo
El titular del Centro de Comando Computación Comunicación y Control Alejandro Hinojosa Lavín, precisó que a las 42 que están ubicados en puntos estratégicos de la Capital del Estado se les ha realizado limpieza y hecho trabajos de mantenimiento, aunque supo reconocer que no todas están al cien por ciento para su funcionamiento
Tan sólo del internet gratuito que se ofrece a los usuarios en aquellos lugares donde se encuentran instaladas, no en todas funciona, de tal manera que se necesita reactivar el enlace con la red, no obstante a que desde su instalación venía funcionando de manera correcta
“Hay que darles mantenimiento, darles limpieza, incluso algunas de éstas reubicarlas a otros lugares porque no se han empleado en mucho tiempo donde se encuentran actualmente” indicó
¿A dónde por ejemplo? Se le cuestionó
“Eso no te lo puedo decir, pero lo estamos viendo” respondió
Actualmente en la Capital del Estado existen 42 torres de pánico, algunas de ellas con cámaras de video vigilancia, enlazadas con el Centro de Comando, Control, Comunicación y Cómputo, conocido también como C4
Cada una de ellas dispone de un botón de emergencia, según el tipo de auxilio, que al enlazarse la conversación con el C4, se envía a determinado sitio elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Protección Civil, Cruz Roja Mexicana o Bomberos
Si bien fue un proyecto con el que se pretendía inhibir el delito y darle a la población las herramientas necesarias para en caso de auxilio, además del uso del internet en forma gratuita, desde su instalación presentaron ciertas fallas y en otros casos, se vieron dañadas por el vandalismo
Actualmente, según el titular del C4, las 42 torres se encuentran todas operativas, aunque no en funcionamiento al cien por ciento, de ahí que de manera constante se les brinde mantenimiento, limpieza y conservación rutinaria y analizando la posibilidad de cambiar algunas que no se han usado por la población durante mucho tiempo a sitios en donde pudiera ser más útil.