La semana pasada la Sociedad de Alumnos de la Licenciatura en Derecho (SALED) del Tecnológico de Monterrey realizó en sus instalaciones, el panel de discusión titulado: «Partidos Políticos: ¿Hacia Dónde Van?»
Asistió a este evento el joven tamaulipeco Luis Lauro Torres (LLT), de Ciudad Victoria y estudiante de la Licenciatura en Ciencia Política del Tecnológico de Monterrey, y quien escribió al respecto una columna para Grupo Reforma, de donde pude contactarlo para el día de ayer hacerle una entrevista por Notigape 1390 dentro de Locuras Cuerdas Radio que se transmite de lunes a viernes a las 3:30 PM.
Fueron oportunamente convocados los dirigentes nacionales de los tres partidos políticos más importantes de nuestro país, entiéndase PAN, PRI y Morena. La idea primordial que seducía sustancialmente a los estudiantes inteligentes era la invaluable posibilidad de escuchar un debate de altura entre los tres presidentes de los partidos mencionados en donde, al tentativamente exponer su visión de país, salpicarían de ideas frescas y de primera fila las mentes anhelantes de los dicentes universitarios. ¡Oh gran decepción!
LLT nos cuenta que a dicha convocatoria acudieron Citlalli Ibáñez Camacho, alias Yeidckol Polevnsky, presidente mujer de Morena, quien tuvo el nada honroso detalle de llegar tarde; el ex gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, del PRI, quien se limitaba solamente a saludar a sus propios invitados amigos de partido, y por ultimo Marko Cortés, del PAN, quien no dejaba ni un minuto de dar entrevistas.
De todo lo que nos dijo LLT que hablaron estos tres personajes en su momento frente a los estudiantes, aterrizamos lo siguiente:
Primero apareció un PAN que simula ser oposición, desunido y sin rumbo claro, admitido por ellos mismos. Luego, el presidente del PRI quiso usar un discurso conciliador, atacando a la corrupción, pero con poca credibilidad, y por último, Morena, el partido en el poder, sigue sin salir del mismo discurso reciclado, repetitivo y antagónico, culpando a Gobiernos pasados y a la corrupción. Y después de un año en el poder, esta retorica resulta sin duda, un discurso profundamente desgastado en esta comunidad.
LLT concluye algo que deja muy mal parados a los dirigentes: El panel nos dejó clara una cosa: en este momento los partidos no van hacia ningún lado.
Querido y dilecto lector, en ese tenor “El Príncipe” de Maquiavelo es considerada la primera obra que tiene por objeto la ciencia política, y muchas obras se han escrito teniendo como tema la política, es decir, proyectan un gran interés por los problemas de la convivencia humana. Desde mucho antes surge la idea de pulir los planteamientos retóricos para persuadir a la ciudadanía.
Creo que hay una distancia absolutamente abismal entre los líderes de los partidos y el joven común que verdaderamente quiere que las cosas sean diferentes y más óptimas.
Lo más lamentable es que los tres líderes de los partidos más importantes de México, parece que no se dan cuenta que llevan a mucho de sus incondicionales a una gigantesca colección de errores mentales.
Muchos de los conceptos que predominan en la retórica política de los presidentes de los partidos, son muy lejanos para muchos ciudadanos, y preponderantemente entre esos ciudadanos están los universitarios modernos o milleniales.
Estos presidentes de partido, cautivan solamente a sus incondicionales. Se engañan a sí mismos buscando el aplauso fácil, y la actitud alabanciosa de sus seguidores.
Me pregunto si habrá entre los líderes partidistas de todos los niveles algunos que se animen a eliminar el maquillaje de polvo y barniz que los tiempos han acumulado y de esta manera intentar dar a la vida política una luminosidad heurística que aporte sustancialmente al desarrollo de los ciudadanos. Mi incredulidad me gana la batalla, lo dudo.
Señoras y Señores líderes de partidos, sin la virtud el hombre es el ser más cruel y más salvaje, inclinado en el peor de los modos a los placeres y a la vida hueca. Ojala aprendan que el político también debe especular en torno del alma de los ciudadanos a quienes se dirige con su retórica.
Me queda más que claro que estos tres líderes de los partidos más importantes de nuestro país, no tienen nada que ver con la religión, con la ética y con la filosofía; pues viven en un mundo tan secularizado y pragmatizado que jamás serán filósofos los que nos gobiernan, como en algún momento lo pretendió Aristóteles, y tristemente nos tendremos que conformar con puro técnico, teniendo como efecto, en quienes anhelamos mejores políticos una fuerte derrama de jugos gástricos.
Tristemente concluyo que el mundo de la política, tal y como fue concebida por los antiguos, forma parte del mundo de la verdad, pero que el de la política moderna prescinde totalmente de él.
El tiempo hablará.