Lágrimas que no paran

Las noticias malas se vinieron en cascada durante la presente semana, de esas que lastiman y te ponen a reflexionar sobre si debes hacer o no cambios en la vida y comportamiento en general.
Hace apenas unos días perdimos a una persona querida a las que nos tocó recibir en la redacción de El Mercurio. Puedo decirlo con todas sus letras que fui de sus primeros amigos en Victoria, pues convivios a diario durante varios años en los pasillos de esa casa editorial.
Ahí charlamos sobre muchos temas, desde el periodismo hasta cuestiones de la vida personal. Durante los últimos años no nos veíamos tanto, pero eso si cuando nos encontrábamos lo hacíamos con mucho cariño.
Un abrazo y el clásico como estás cabrón, era siempre el saludo de alguien con quien teníamos mucha confianza. Fue una persona muy querida por toda la familia periodística de ciudad Victoria, a donde llegó hace muchos años buscando crecer como profesional, pero sobre todo como ser humano.
Lo logró, HÉCTOR GONZÁLEZ ANTONIO fue uno de los compañeros más queridos por todos los periodistas de Tamaulipas y del centro del país, donde lo conocieron y convivieron con él en su paso por esta vida terrenal.
El jueves, decenas de compañeros se manifestaron en la explanada de gobierno para exigir que se haga justicia en torno a su asesinato.
En un documento firmado por los periodistas que es dirigido a las autoridades federales, estatales y municipales, piden una investigación expedita y brinden información periódica sobre los avances del proceso.
“Lamentablemente ya no podemos tener con nosotros a HÉCTOR, un periodista serio, profesional y sumamente estimado entre el gremio, pero por él y por nosotros estamos obligados a levantar la voz y exigir la pronta detención de los criminales que le segaron la vida”, exponen.
HÉCTOR GONZÁLEZ ANTONIO fue sepultado en la ciudad de México, donde compañeros periodistas le rindieron un homenaje.
Su muerte nos sorprendió, igual como sucedió con la partida del ex diputado local del PRI, JUAN JOSÉ CARMOLINGA GUERRA.
Una de sus grandes amigas lo fue la maestra GUADALUPE FLORES DE SUÁREZ, hoy Senadora de la República, que escribió un mensaje que caló hondo:
“Cuando un gran amigo se va… deja un espacio muy grande vacío. Tengo la certeza de que Dios nos envía personas que marcan nuestra existencia, seres destinados a estar presentes en nuestras vidas y a quienes debemos mucho de lo que llegamos a ser con el paso del tiempo.
Hoy mi corazón se encuentra con una inmensa tristeza ante la dolorosa y repentina partida de PEPE CAMORLINGA, mi gran amigo, mi compañero de mil luchas y batallas, mi hermano de alma con quien compartí grandes proyectos y sueños, intensas jornadas de trabajo, incomparables experiencias y grandes satisfacciones y también derrotas y pérdidas.
Conocí a PEPE como Regidora de Matamoros, él era un joven entusiasta, entregado, laborioso, el trabajo por el sector campesino detonó nuestra amistad que se fortaleció con el gran cariño que surgió entre nuestras familias.
Nada de lo que hoy pueda decirles será suficiente para agradecer por la vida de PEPE y lo mucho que significó en la mía. Mis oraciones se elevan para pedirle a Dios lo reciba en su abrazo de amor infinito y le regale cobijo y fortaleza a su amada familia. Descanse en paz mi gran amigo JUAN JOSÉ CAMORLINGA”.
En verdad duele lo que pasa en Tamaulipas y más por la forma que se despidieron. No era su momento y eso indigna. Las lágrimas ruedan por los que se van.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
Contacto:
patinadero@hotmail.com

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