Bipolaridad

Sí algún político deja el PRI para marcharse a Morena o al PAN se entiende y comprende.
No hacen falta explicaciones, la situación que vive el tricolor es devastadora, con severos problemas de identidad, económicos y de desprestigio.
Sin embargo de la misma manera no comprendemos como el neoyorkino DOUG CENSOR abandona a la “chica del clima” YANETH GARCÍA para dedicarse al videojuego Call Duty. Ese pretexto de rompimiento de una noviazgo no lo inventa ni OBAMA, seguramente hay más de fondo en ese subterfugio estúpido. Ni tampoco como su colega MARCELA UNDA renuncio a la candidatura de Morena en Tampico.
Pero, motivos sobran a los priístas para abandonar al tricolor, primero a nivel nacional luchan por la reconformación del Institucional y ven como les imponen a CLAUDIA RUIZ MASSIEU, que representa todo lo que aborrece la ciudadanía y los mismos militantes.
CLAUDIA es una dama que nació con pañales de seda y en las mismas entrañas del sistema, familiar política de CARLOS SALINAS DE GORTARI y que gana todas las posiciones, privilegios y cargos federales por esas relaciones con el poder.
Los priístas quieren ver a otros rostros, les urge una transfusión de nuevos talentos o al menos personajes identificados con otras corrientes, no con los que llevaron al PRI a su casi extinción.
En el caso de Tamaulipas, renuncias y salidas se observan desde hace tiempo, siendo Morena el mayor receptor de los desertores del PRI, incluso muchos de sus candidatos provienen de esa marca, como el propio Senador electo, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, pero también candidatos a diputaciones como HÉCTOR LÓPEZ, OLGA SOSA, ERASMO GONZÁLEZ y aspirantes a alcaldes como RAMÓN GARZA BARRIOS y EDUARDO GATTAS, entre muchos nombres.
Del PRI al PAN también se dieron muchos casos, pero el más notable fue el de ERNESTO ROBINSON, quien tenía en sus manos la candidatura a una alcaldía, pero la deja al recibir la propuesta azul de ser su abanderado por una diputación federal en Reynosa.
Pero, hay otros casos en el sur, como el ex diputado EDUARDO HERNÁNDEZ CHAVARRÍA y el ex alcalde de Madero, JAIME TURRUBIATES, quienes se unen al blanquiazul.
Todos los priístas que abandonan el barco es fácil comprenderlos, están en la etapa de desaparición y las migajas que quedan no son suficientes para contener su hambre de poder.
Sin embargo, los 300 mil votos que obtuvieron no son poca cosa, es un botín que deja diputaciones locales plurinominales y la esperanza de ganar espacios de mayoría. Y sin dejar de pensar en las regidurías que se alcanzan una votación como la que obtuvo en el pasado proceso.
Todas esas cuentas las hacen los aspirantes a la dirigencia, tienen números alegres para la recuperación de sus espacios y cotos de mando. La política la hacen humanos y muchos de ellos nunca escapan a sus ambiciones.
Ojalá y la historia que va y viene en el sentido de que el ex gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ recomendó a la diputada federal YAHLEEL ABDALÁ CARMONA para ser el relevo de SERGIO GUAJARDO MALDONADO en la dirigencia del PRI sea una versión insana.
YAHLEEL es la viva imagen de la derrota, como candidata al Senado no logró un segundo lugar, siendo la primera de la lista, debió hacer una campaña intensa, pero en lugar de eso se divorció del partido y sus aliados, en su bipolaridad cambio los blancos, verdes y rojos en morado en una separación incongruente.
YAHLEEL perdió hasta en su casilla, ahora manda señales de querer recobrar lo que derramó antes de arrancar.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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patinadero@hotmail.com

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