Victoria.- (Alfredo Guevara) Alrededor de 80 por ciento de los internos o mujeres que se encuentran privadas de su libertad en un Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes) manifiestan haber vivido violencia familiar en sus casas, cuando fueron niños o niñas, respectivamente.
La directora del Instituto de la Mujer en Tamaulipas María Elena Figueroa agregó que está comprobado que este tipo de violencia en las familias no solo afecta a la fémina que la padece o el varón que la ejerce, sino al futuro de la generación que crece en ese ambiente violento.
Convino en la necesidad de atender ese tipo de temas, haciendo uso de la Ley de Igualdad para Hombres y Mujeres, además de para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la violencia Contra las Mujeres.
“No es un tema menor y la violencia familiar no solo tiene que ver con mujeres, sino también con hijos de esas familias que dan cuenta de lo que se está viviendo y que de crecer en ese ambiente, lo harán en un futuro” explicó.
Reveló que países desarrollados, consideran que lo que viven los niños en la infancia es una inversión de ciudadanos para el futuro, de ahí la importancia de empezar a considerarlo en nuestra sociedad.
María Elena Figueroa estableció la importancia de generar condiciones para que las mujeres, hijos e hijas crezcan en un contexto donde haya paz, armonía y respeto por los derechos humanos “y no en un contexto donde esté presente de la manera más inesperada en la vida de los más indefensos, en este caso, niños y niños con violencia” citó.
Lamentó que la mayor parte dela población penitenciaria, haya vivido un tipo de violencia entre la familia durante su niñez, porque será algo que lo llevarán a la práctica en el futuro, como se observa en este tipo de hombres y mujeres.
Confirmó que la violencia la genera el varón en la familia en contra de la mujer, sobre todo, cuando está última es dependiente, económicamente hablando del hombre de la casa.
En el peor de los casos, es cuando este tipo de violencia ni siquiera se denuncia.