Solo en situaciones especiales surgen los héroes, las personas que dan un paso adelante cuando al resto les tiemblan las piernas. Gregorio Belinchón.
Haber estado presente en el evento de los organismos empresariales denominado “Dialogo por Matamoros” fue como asistir a un curso intensivo de logística empresarial de la cual podemos tomar algunos puntos ahí vertidos para beneficiar a nuestra comunidad; y no a pesar de las contrariedades laborales vividas, sino curiosamente, gracias a ellas.
Rescato algunos de los conceptos mencionados por Gustavo de Hoyos Walther (GHW), que tienen que ver con el anhelo general de que nuestra ciudad resurja del golpe recibido con los paros y las huelgas, ilegales o no.
Me quedo con dos ideas positivas que ahí comentó. La primera en el sentido de que aun y que hayamos quedado estigmatizados a nivel mundial como una ciudad laboralmente problemática, esa fama no es fatalmente irremediable y depende de nosotros que esa percepción sea reversible. Puso de ejemplo a Tijuana y Ciudad Juárez, dos ciudades que cayeron en circunstancias semejantes y ambas supieron encontrar el camino para superar el escollo con el que se toparon.
En ese tenor, nuestro alcalde Mario López, al inaugurar la Expo Empleo y Emprendedores 2019, manda señales en ese sentido y comentó que su gobierno está tomando acciones para la permanencia de las empresas en Matamoros, entre ellas, la gestión para que les otorguen estímulos fiscales.
El segundo punto mencionado por GHW fue la importancia de crear para Matamoros una “marca ciudad”, que implica hacer algo para que el nombre de nuestra ciudad se asocie con una serie de atributos singulares y exclusivos por los que podamos ser identificados, reconocidos y diferenciados positivamente de las otras 200 ciudades semejantes a Matamoros a nivel mundial.
La “marca ciudad” tiene que utilizarse como símbolo de nosotros mismos y debe quedar asociada a una serie de activos y recursos urbanos reales y existentes así como a valores relacionados con el modelo de ciudad que queremos ser y sobre todo, con una significativa capacidad de atracción.
Las ciudades del tercer milenio han dejado de diferenciarse en infraestructura, como París con la Torre Eiffel o Nueva York con la Estatua de la Libertad para hacerlo en valores. No se trata de que las infraestructuras no sean importantes, sino de que se las da por supuestas. Y una ciudad con marca logra materializar los intangibles y competir por captar iniciativas que colaboren con la creación de riqueza y brinden mejores oportunidades a los ciudadanos.
Mi querido y dilecto lector, los grandes del marketing afirman que ningún país o ciudad podrá sobrevivir si no crea y desarrolla una marca que respalde su identidad. Aprendamos de España que es el único país donde la mayoría de sus ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla han creado asociaciones especiales dedicadas exclusivamente al marketing de sus territorios.
Es el caso de la Asociación Bilbao Metropolitano 30, que, según explicaron sus expertos, considera el marketing de ciudades «una estrategia que permite el desarrollo de los atributos de una ciudad en forma positiva, que permite definir sus ventajas comparativas con el resto de ciudades similares».
No será fácil para Matamoros, pues hablar de marca para una ciudad es más complicado que hacerlo para un producto, un servicio o una empresa; nos involucra a todos: habitantes, políticos, empresarios, artistas, periodistas, potenciales inversores externos y funcionarios de la administración pública. El requisito primordial es amar a Matamoros. Debemos renunciar a los “Egos” para poder sacar adelante esta idea.
Cabe señalar que si la base del éxito de nuestra ciudad es su posicionamiento único y diferencial, el problema aparecerá porque Matamoros no se identifica con un único valor sino con varios y algunos de los cuales los compartimos con otras ciudades.
Por ejemplo en Canadá, Edimburgo y Toronto comparten la imaginación. La marca “Edimburgo: Capital Inspiradora” pretende transmitir la estimulación de los sentidos y la imaginación, el fomento de la invención y la creatividad.
La marca “Toronto Unlimited”, creada en el mismo momento, basó su eslogan en Ciudad de la Imaginación. Con ello pretende posicionar a Toronto como una ciudad con posibilidades sin límites en todos los aspectos y que además fomenta la imaginación.
Otro ejemplo de marca del que como matamorenses podemos aprender es “I Amsterdam” (Yo Soy Amsterdam), creada en 2004, transmite algo muy valioso. Que el mayor valor de Amsterdam está en su gente: sus ciudadanos, sus trabajadores, sus estudiantes, y por qué no, sus visitantes. Me queda claro que la gente de Amsterdam es Amsterdam. La “marca ciudad” transmite tanto la diversidad de personas que en ella conviven como el sentido de pertenencia que se traduce en el orgullo, la confianza, la elección y el apoyo de los propios ciudadanos.
Ojala nunca hubiera llegado Susana Prieto, pero dejemos de lamernos las heridas y activemos nuestra inteligencia y capacidad para sacar adelante a nuestra amada ciudad, Matamoros.
El tiempo hablará.
