Renta de franquicia

De que pudiera considerarse como una idea descabellada, es cierto. De que al PRI no le queda otra opción, también lo es. Sin embargo, difícilmente habrá algún empresario, industrial o comerciante e incluso, un líder social que quiera utilizar las siglas del Revolucionario Institucional como candidato a cargo de elección popular en la contienda del 2021 como lo plantea JUAN ALONSO CAMARILLO. El ex líder de la CNOP es de los que consideran que el Partido debe pasar de ser operativo a normativo y dejar en manos de candidatos externos las candidaturas y sean ellos los que conformen y manejen la estructura para la elección que está por venir. Desde luego que esa propuesta se la hizo saber a ex presidentes del PRI en Tamaulipas, porque está consciente de que el Partido atraviesa por una transición difícil que de oposición, debe pasar a ser un organismo político competitivo. Y decimos que no es descabellada la idea de CAMARILLO pero, ¿Realmente habrá quienes quieran usar las siglas del PRI para la elección que viene? Lo cierto es que EDGAR MELHEM SALINAS confirmó lo que ya era un secreto a voces y algo que lo habían estado callando, desde las esferas del partido. Habló por ejemplo que en materia de gastos de operación, el Revolucionario Institucional no dispone ni de 50 mil pesos, lo que obligará a implementar medidas de ajuste, entre éstas la venta de 19 vehículos propiedad del Partido. Una suburban, una expedición de ocho cilindros y varios más que tendrán que irse en paquete, para que con lo recaudado, se adquieran como mínimo diez más económicos, porque serían de cuatro cilindros. Y es que de los tres millones 800 mil pesos que venía recibiendo hasta diciembre de 2019 por concepto de prerrogativa, a enero de este año llegó menos de una tercera parte. Por tanto, el PRI recurrirá a la aportación económica voluntaria de amigos, quienes ocupan un cargo de elección popular, servidores públicos, militantes y simpatizantes. El problema es que cada uno de ellos no estaba acostumbrado a pagar las cuotas y se hacían de la vista gorda, producto del elevado financiamiento que hasta la elección de 2016 venía recibiendo el Partido. De los tres millones 800 mil pesos que recibíamos a diciembre de 2019 sólo llegó uno 800, además de una multa de casi 500 mil pesos, del millón 300 mil que nos resta, 400 mil son para el pago del personal de base, 750 mil para los de confianza y 90 mil para capacitación de la mujer y se acabó. De entrada ya inició un ajuste en la nómina es de casi 600 mil pesos, de diciembre de 2019 a enero de este año. Y según MELHEM los que tienen puestos de subsecretario y secretarios ganarán la mitad de lo que venían percibiendo como sueldo. ¿Será? Aun así, tan solo en el personal de confianza, el PRI tiene una erogación superior a los 750 mil pesos, es decir, 350 mil más que los de base. Por cierto, MELHEM SALINAS habló de la creación del Comité Estatal de Financiamiento, un organismo que de hecho, ha tenido en más una ocasión vida en el Comité Directivo Estatal del PRI pero que de una u otra forma, sólo se integraba cuando había una elección de por medio. Ahora, pretende ser un organismo adherido al Partido, que entre sus funciones, sería el de recaudar los recursos que vía aportación voluntaria de militantes, simpatizantes, empresarios, comerciantes e industriales quisieran hacer para actividades fijas del Revolucionario Institucional. Va a estar complicado, habrá que decir, sobre todo cuando todos ellos no estaban acostumbrados y vivía el Partido prácticamente del elevado monto que por concepto de prerrogativas, recibían de organismos como el Instituto Electoral de Tamaulipas. Lo único que demandan algunos priistas, como JUAN ALONSO CAMARILLO es que haya transparencia en la recaudación como en la aplicación de las aportaciones económicas, toda vez que hasta ahora, no se conoce ningún corte de caja en quienes han estado al frente del Partido. En fin.
alfredoguevara0@gmail.com

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