Si bien la cantidad de prospectos será elevada, el cargo de presidente municipal de Victoria pudiera ser el menos deseado en las próximas elecciones, por las condiciones en que se encuentra y en las que la dejará el inútil alcalde que tiene. La Capital del Estado enfrenta una de sus peores etapas y quien llegue, tiempo y recursos le faltará para mejorar las condiciones desastrosas en las que se vive. De entrada habrá que decir, que con todo y los millones de pesos que le destinó el Gobierno, el problema del agua no se solucionará con la sectorización, la sustitución de tubería vieja, el cambio de equipos de bombeo entre otras mejoras a la infraestructura. El próximo alcalde, encontrará cientos de calles con baches y tramos de avenidas que ya no aguantan ese tipo de trabajo, sino que requieren de un recarpeteado e incluso, pavimentación con concreto hidráulico. También un por demás deficiente servicio de recolección de la basura, producto de la incapacidad de la autoridad municipal para resolver esta problemática que lejos de disminuir, aumenta. De las áreas verdes, ni se diga. Hay sectores que se han convertido en verdaderos montes, derivado también de la incapacidad municipal. Los tres años que dura en encargo serán insuficientes para mejorar las condiciones de la ciudad y podrían ser más, sino se dispone de un apoyo presupuestal sin precedente, además de obras con calidad y durabilidad. Si bien son tres puntos elementales en los que tendrá que trabajar la próxima administración en Victoria, el problema se agrava ahora que XICOTENCATL GONZÁLEZ URESTI abrió la posibilidad de pedir al Gobierno del Estado, lo que pudiera considerarse como un adelanto de las participaciones, para que con ello, se atienda la nómina de los trabajadores. Es decir, está a punto de irse a la quiebra el municipio, producto de una pésima administración de los recursos municipales. ¿Dónde está lo que se autorizó para este año? Hasta ahora se desconoce, puesto que en los primeros seis meses de 2020, ya hasta se piensa pedir prestado o por adelantado. De obras, GONZÁLEZ URESTI no ha hecho una sola y es el Estado, quien ha entrado al quite en una que otra. Por eso decimos que ser alcalde será fácil en la Capital del Estado, pero difícil la tendrá quien llegue a ese cargo de elección popular, donde encontrará camiones recolectores de basura descompuestos, unidades de tránsito desgastadas, oficinas maltrechas, personal amontonado y otra serie de deficiencias que complicará el arranque de la función municipal. Sea del PAN, PRI, Morena o cualquier otro partido político el candidato, no tendrá el tiempo ni el recurso suficiente para mejorar las condiciones en que quedará la Capital del Estado. Por el contrario, lo único que encontrará son conflictos económicos, laborales, porque lejos de que pudiera quedar un fondo de recursos, lo único que dejará GONZÁLEZ URESTI, son broncas. En fin.
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Quien la quiere
