De manera adicional a la incapacidad mostrada en casi año y medio del alcalde de Victoria XICOTENCATL GONZÁLEZ URESTI, en la Capital del Estado pareciera que no hay nadie que ejerza la autoridad. Y no estamos hablando de todo el desorden que existe en materia de vialidad, transporte público, recolección de la basura, de una ciudad inmersa en problemas de bacheo, fugas de agua y sitios en los que iniciaron trabajos y en los que las zanjas siguen abiertas, entre otras. El problema estriba en que la Capital del Estado se ha convertido en una zona de impunidad, en la que desconocemos porqué simple y sencillamente no se aplica la ley. Un ejemplo de lo anterior lo es, el plantón que realizan integrantes del Movimiento Nacional Atorchista, no tanto frente a la presidencia municipal, sino por el bloqueo de la calle 17, de Morelos a Hidalgo. La gente que representa CARLOS MARTÍNEZ LEAL, prácticamente se adueñó de ese espacio público, es decir de ese tramo de calle, en el que durante casi tres semanas, simple y sencillamente impide el paso de vehículos. En otras palabras, podrá no afectarse el “funcionamiento” de las oficinas del municipio, pero si causa un daño a terceros. Y aunque podrán ser justas las demandas de los militantes de esta organización, no se justifica la forma. De entrada hay una violación al Bando de Policía y Buen Gobierno. Incluso, quienes permanecen sentados o haciendo eco de sus planteamientos, delinquen al bloquear las vías de comunicación. Sin embargo, ninguna instancia de Gobierno ejerce su autoridad y mucho menos aplica la ley como debiera ser. Encabezados por MARTÍNEZ LEAL o quiénes son los voceros del Movimiento Nacional Antorchista han dejado por espacio de horas el plantón y realizado marchas o caminatas por varias cuadras de la ciudad, generando descontento y malestar de los automovilistas, por el congestionamiento que causan en su movimiento. Y no es tanto el malestar de la gente por lo que ocasionan con las marchas o caminatas, sino porque ven precisamente que no hay autoridad y por tanto, impunemente hacen y deshacen, sin que nadie los sancione. Y posiblemente no sea culpa del alcalde de Victoria XICOTENCATL GONZÁLEZ URESTI dar respuesta a la demanda de becas, si se toma en cuenta que hasta este año, pudo haber estado entregándoselas, sino más bien, de quienes dejaron crecer al movimiento, es decir, gobiernos estatal y municipales anteriores, que cedían a este tipo de pretensiones, con las que mal acostumbraron a los antorchistas. Sin embargo, en manos de las autoridades municipales está el de imponerse como autoridad y simple y sencillamente sancionar conforme corresponda en derecho. Desafortunadamente, en Victoria no hay autoridad y si una ausencia de poder, que permite que precisamente se den este tipo de actos impunes.
LOS MANCHADOS
El Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo, está a punto de ser ejemplo nacional. A la fecha refleja un cambio de actitud, pero también un avance en lo académico, deportivo y cultural que le ha permitido ser un referente nacional. Su titular FERNANDO CAMPOS MARTÍNEZ ha sabido conducir por buen camino a este Instituto que presenta en cada uno de sus planteles una mejora en su infraestructura, pero sobre todo un buen ánimo entre el estudiantado y sus autoridades educativas. Parte fundamental de todo esto, es el apoyo que ha brindado al Itace el Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA y la presidenta del DIF Tamaulipas MARIANA GÓMEZ DE GARCÍA CABEZA DE VACA. Diremos que el mandatario ha dotado de todo lo necesario para que los estudiantes no abandonen sus estudios y contrario a ello, se preparen cada día, en aras de que al egresar del Itace, estén en condiciones de realizar una labor en el sector productivo, que les permita incluso, avanzar en sus carreras de profesionistas. Un ejemplo de lo anterior, fue la entrega por parte del Gobernador de nueve camiones, con los que se beneficiaron los planteles de Altamira, Reynosa, Matamoros y Victoria. CAMPOS MARTÍNEZ va a la mitad del camino y sabe que, aun cuando hasta ahora las cosas van bien, es tiempo de reforzar el paso para cerrar mejor. En fin.
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Los dueños de la calle
