De que dejó de ser “la primera autoridad en el municipio”, es cierto. De que prácticamente ni lo toman en cuenta, también lo es. Y no es de hoy. Desafortunadamente, desde que se recrudeció el contagio y con el paso de los días se han incrementado los casos descartados, sospechosos y confirmados, incluso el número de fallecidos a causa del virus, el todavía alcalde de Victoria XICOTENCATL GONZÁLEZ URESTI ya no forma parte del círculo o del grupo en el poder, de la gobernanza en el Estado, aunque siga ostentando la figura de presidente municipal. Pese a que su profesión es médico endocrinólogo, incluso, fue director del Hospital General de esta Ciudad, no ha sido tomado en cuenta en las reuniones, en las que se toma las decisiones para las medidas de prevención y combate a la pandemia del coronavirus covid-19. En las escasas ocasiones que fue o asistió, lo marginaron, lo aislaron como si fuera contagio y cada vez lo han ido relegando. En el último encuentro, en el que se instaló el Centro de Mando Covid-19, presidido por el Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, la primera autoridad del municipio estuvo ausente, no fue invitado. Quizá ni se dio por enterado y si acudió, pasó desapercibido. A la instalación del Centro, desde donde se va a monitorear los hospitales de las 12 jurisdicciones sanitarias, asistió la titular de la Cruz Roja Mexicana, el coordinador de Protección Civil PEDRO GRANADOS, el Secretario General de Gobierno VICENTE VERASTEGUI OSTOS, la de Salud GLORIA MOLINA, la directora del DIF-Tamaulipas OMEHEIRA LOPEZ REYNA, las representaciones de Sedena, Mariana Armada y Guardia Nacional. ¿Y la primera autoridad del municipio? Como que eso de #QuédateEnCasa lo tomó muy a pecho, puesto que no se ha visto de hace semanas. La última vez que fue noticia, fue cuando acudió a “supervisar” las obras para el cambio de tuberías en la calle Abasolo, donde a diferencia de los trabajadores, el único que traía cubre bocas, era XICOTENCATL GONZÁLEZ URESTI. En el peor de los casos, dijo que supervisaba las obras, cuando las acciones corresponden al Gobierno del Estado su ejecución, no al municipio. A Xico le queda menos tiempo como alcalde, aunque desde hace meses dejó de serlo en teoría. En la práctica, sigue pensando en que está haciendo (?) las cosas bien. Tan bien que no escucha consejos, planteamientos o propuestas. Y cuando las acepta, hace las cosas mal, fuera del protocolo. Quizá por ello ya no es tomado en cuenta y de no ser porque en teoría sigue siendo el alcalde, de vez en cuando se le corre por cortesía. Sin embargo, las pocas veces que va, es ninguneado, relegado, marginado. Xico ya no tiene futuro, al menos en la política, donde simplemente dejó los rayones. ¿Por qué decimos que no tiene futuro? Sencillo, no es visionario como el Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, que no obstante todo el impacto que ha ocasionado la pandemia del coronavirus covid-19, no se vence y día con día está buscando alternativas para contrarrestar los efectos de este virus. Eso es tener liderazgo, iniciativa y visión de lo que está por venir. Cuantos no quisieran ver a GONZÁLEZ URESTI encabezar un movimiento de esta naturaleza, en el que muestre preocupación por la salud de los victorenses y plantee acciones para evitar el avance de pandemias como el coronavirus. Más de uno lo quisiera ver en la calle, exhortando a la gente a quedarse en casa como medida de prevención al covid-19, entregando cubre bocas, aplicando gel antibacterial. Desafortunadamente, Xico no piensa así y menos el grupo de asesores que aduce tener. Quizá no lo hace, porque no tiene capacidad, creatividad, dinamismo y visión de futuro. La última vez que encabezó el operativo, con una caravana de patrullas de tránsito, de la policía estatal y demás autoridades, más que generar confianza, causó miedo entre la población. Posiblemente en esa ocasión, empezó a darse cuenta que dejó de ser la primer autoridad en el municipio. En fin.
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Lo tomó muy a pecho.
