Bajo ninguna circunstancia, se justifica la decisión de la sección XXX del SNTE de irse a paro laboral y afectar a cientos de miles de niños y jóvenes tamaulipecos.
Los docentes pueden tener sus demandas laborales, -viables o no-, pero esa no es la forma y más aún, después de que el gobernador Américo Villarreal los llamó al diálogo y refrendó el compromiso de atender sus demandas.
“Estamos en la mejor disposición de dialogar y conocer a fondo todos sus planteamientos para encontrar juntos las mejores opciones de solución”, precisó el gobernador la tarde-noche del martes.
Ese día en la mañana, la estructura sindical del SNTE se movilizó, tomaron las instalaciones de la Secretaría de Educación de Tamaulipas en Ciudad Victoria y las sedes en varias regiones del Estado.
“La premisa es el diálogo, por eso nos sorprende que de manera unilateral se hayan tomado instalaciones, sin ningún aviso y sin ninguna solicitud”, agregó en su mensaje a los maestros.
La respuesta de la sección XXX fue el paro de labores, la suspensión de clases en la segunda semana de este ciclo escolar.
Además de las “demandas” económicas de los profes, el líder magisterial Arnulfo Rodríguez Treviño mantiene la exigencia del cese de la Secretaria de Educación, Lucía Aimé Castillo Pastor con quien -dijo- no quieren ningún trato.
El mismo martes por la mañana, en un pronunciamiento desde el plantón en la SET, Arnulfo aseguró que llevarán el movimiento “tope donde tope”. El animo al paro laboral ya estaba en el aire.
Por la noche, al trascender el llamado formal a suspender labores, la SET aseguró en un comunicado que no hay razones jurídicas, morales ni laborales para la suspensión de actividades y apeló al compromiso de los maestros.
La inconformidad del magisterio no es reciente, los incumplimientos y adeudos económicos datan desde el Gobierno Cabecista, sin embargo los docentes aguantaron callados todo el sexenio.
¿Cual es el verdadero objetivo de la dirigencia sindical, que finalmente es la que mueve los ánimos de las bases?
Bien por aquellos directivos y maestros de vocación que a pesar de las presiones cumplieron con su compromiso de recibir a los alumnos como cualquier día normal de clases.
Muy mal por la parte sindical que está utilizando está medida para resolver sus exigencias pasando por encima de los derechos de los niños de Tamaulipas.
Con los niños no se vale.
maribelvillarreal@hotmail.es